Es el método más común de blanqueamiento dental, y consiste en aplicar un agente blanqueador en el exterior de los dientes mediante diferentes técnicas:

• Blanqueamiento con luz LED (en la clínica):Es la tecnología de blanqueamiento más avanzada. Para ello, se aplica sobre los dientes del paciente un agente blanqueador dental en forma de gel (compuesto generalmente por peróxido de hidrógeno al 35 %) y a continuación, se aplica el halo de luz sobre ellos durante un tiempo determinado. Su mayor ventaja es que se realiza en 1 o 2 sesiones en la clínica y siempre bajo la supervisión de un profesional.

• Blanqueamiento con cubeta (en casa): Se fabrica una férula flexible retirable personalizada para cada paciente. En el interior de estas férulas (una superior y otra inferior)  se debe depositar una pequeña cantidad de blanqueador dental en cada hueco correspondiente a cada uno de los dientes y llevarlas a la boca. Existen diferentes concentraciones que determinan el tiempo mínimo que deben permanecer en la boca.
• Blanqueamiento mixto (en clínica y en casa):Este procedimiento es el más efectivo para blanquear los dientes. Como su nombre indica, consiste en combinar los dos procedimientos anteriores: una o dos sesiones en la clínica se combinan con  férulas de uso domiciliario por parte del paciente. El blanqueamiento dental combinado no solo da un color más claro inmediatamente después del tratamiento, sino que también mantiene los resultados por más tiempo.

 El procedimiento se realiza de forma individualizada, a diferencia del blanqueamiento externo y requiere de varias sesiones. Primeramente  realizamos una exploración clínica y radiológica, para posteriormente diseñar una pequeña cavidad de acceso en la cara palatina o lingual del diente a tratar donde introducimos el agente blanqueador. Este gel deberá ser sustituido semanalmente hasta obtener el resultado deseado.